jueves, 2 de junio de 2016

Mi impacto ante Borges

Borges es el grande en cuentos, encadenando aspectos del Inconsciente lo que le da el toque mágico y a veces terrorífico, dije una vez.

Siempre será Borges. Ahora comento: en mi primer libro encuadernado por mí, puse” como no puedo escribir como Borges, me conformo escribir como Maruxa”. 

La primera vez que leí a Borges fue Aleph con sus 16 cuentos antes; terror, pavor, miedo… Todo, por ello hice un trato conmigo misma: es genial el autor pero con mis miedos tengo suficiente, si le leo más no voy a tener espacio para los suyos y los míos. Suyos eran los espejos, los laberintos…  Me di 5 años para volver a él. Verbalice bajito: con los suyos y los míos puedo volverme loca, sin saber qué significaba loca. 

Pasado 5 años me compré las obras completas.  

Ahora, tras muchos años, gracias a una alumna en apoyo, Noelia Parra, estudiando el Realismo Mágico, viendo la preciosa película “Como agua para chocolate”, repasando a Borges, leyendo la definición de “Realismo Mágico” “Los Personajes de las narraciones del realismo mágico no son conscientes en absoluto de ninguna anomalía respecto a la realidad de su mundo”…. 

Aparecieron ante mí muchos momentos de comprensión: Esperar a Borges 5 años para leerle, los quirófanos y su significado, mi cuento “psicosis quirofareña”, el pensamiento mágico en el miedo y en muchos momentos como en los estudios del medievo y la historia del barco e doña Juana de Castilla. En ¡Los Sueños!! Los cuentos que inventas para los niños y dependiendo de su posición o respiración vas cambiando por esos efectos del pensamiento mágico en ellos, que se adapte a lo que puedan oír. El significado dentro de un cuento inventado a un niño en el “y de repente”, quizá todo lo contrario al realismo mágico. 

Ahora, con el tomo I y II de las obras completas de Borges, releo algo fantástico sobre él por una persona de la Real Academia Española (Pere Gimferrer). Introductor de sus obras completas, dice que a Borges no se le recuerda por ciego sino por lector, en él desemboca en la pura genialidad, que solo por ser lector se explica su escritura. La suya es la literatura del lector. 

Me ha hecho recordar a tantos lectores a mi vera, a mi hermano Carlos a mis 11 o 12 años con Unamuno que él leía, a Ester Villapalos por quien yo conocí a Borges a Gustavo Villapalos donde Romano Guardini se hiciera el comodín de todo tipo de escritura a través de su “Compasión”, de mi tío paterno, Emilio Cesar, por quien Pío Baroja están casi todas sus obras en mis librerías o reiteración de Unamuno o el conocimientos de los Gauchos no solo por Martín Fierro que creo lo tiene memorizado en el cerebro sino por Ricardo Güiraldes en su delicioso “Don Segundo Sombra”. Quizá algo bello, el envío que me hizo de un cuento de Ana Mª Matute porque veía que me ubicaba en torno a ella. En algo sí me ubico en ella. Me gusta escribir y digo como ella, aunque no pasé su guerra: si no hubiera escrito no hubiera sobre vivido en ciertos momentos no sé que hubiera pasado.

No leí a Borges al completo cuando llegó a mí porque me hubiera podido trastornar y esperé 5 años y escribo desde los 12 años porque me ayuda en todo momento difícil o fácil en la vida a profundizar en el sentido de vivir.

Hoy entiendo por qué deje 5 años de leer a Borges y por qué a los 5 años compré las obras completas de Borges...

PD: no sé cómo se me olvidó; si me aterraba leer a Borges muy joven porque se unían a mis miedos... Se debe o se debía, a que a los 6 meses en la epidemia de la Polio me contagiaron por un mal médico que no lo avisó a nuestros mutuos padres y desde entonces tengo secuelas de polio con 13 entradas a quirófanos incluido en que en uno me desperté... Suma lo suficiente para tener en mí los miedos que fueran maruxianos, sin elaborar lo posible. Unirlos a los Borgianos hubiera sido sentirse omnipotente y dejarse llevar por el deseo del Inconsciente. Lo hice genial, saber lo que puedes y no puedes; los límites, eso es salud mental. Un abrazo a todos, Maruxa

 

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