domingo, 19 de junio de 2016

SOBRE LA VERDAD

Hablaba de Pensamiento en una pag. Web que me preguntaba mi parecer. Hablando de la Verdad, aparecían unas figuras horribles. Yo indicaba: La verdad, sin la menor duda, es más hermosa que el temor o el miedo o la pesadilla. La verdad, desde mí, sin duda pertenece a La Salud Mental porque sabe ver el objeto entero, integrado y no solo una parcela y para eso hay que ser, tener salud mental.

La guerra es terrible y sin embargo hubo autores magníficos que la vivieron y durante la misma, sin ir más lejos Ana María Matute que decía, si no hubira podido, yo y todos los niños de entonces, si no hubiera podido escribir no hubiera sobrevivido a la guerra. Yo quiero decir que en la Guerra se ve al ser humano como es, es la verdad y quien es valiente lo es y quien es cobarde lo será.  

No hago gala de la guerra sino que hay que confirmar, que es donde el amor hacía mella por pura necesidad vital. No podemos verlo solo.  

Yo tengo secuelas de polio y no lo elegiría pero me dio a lo largo de la vida; ser social, curiosidad, ser amorosa a la indefensión, deseosa de ciencia, sobreamor a la lectura, a la escritura, a la poesía, al aprendizaje constante y sobre todo al concepto de "Movimiento", tanto en mí como en cualquier autor que haya pasado por un campo de concentración (lo comparo con quirófanos y fueron para mi bien, para curarme). 

Quienes, pasando por un campo de concentración y fueran capaces de continuar la vida como la habían dejado antes de entrar: tales como,  a los que admiro entrañablemente, Ponty Wittgenstein, Paul Ricoeur, Arendt o el psiquiatra austriaco Viktor Frankl.
 
Todos ellos reanudaron su vida y vitalidad. Hablan en acciones de su movimiento para poder continuar tras el campo de concentración. Eso, siendo quienes fueron antes, en el intermedio lo que tuvieron que vivir y el después integrados uno en el otro, injertados al completo, esa sería la verdad, las dos caras de la vida o de una persona junto al infierno vivido con un antes y un después que en ellos, por su ¿Fortaleza? ¿Instinto de vida? ¿Riqueza interna y hacia los demás? ¿O todo junto?  

No todos pudieron, recordemos al Poeta Paul Celán, que desde mi opinión como humana y como clínica; nos dejara a los 50 años en el Sena porque era Poeta y continuó siéndolo después de haber pasado por el infierno del campo de concentración. La Poesía nos permitió tenerlo hasta el 70. Quien haya leído, después del campo de concentración, Fuga de la muerte, vera el infierno de Dante en la estancia, en la vivencia suya de Auschwitz. Su sensibilidad pudo hacer de los poemas la más terrible exposición de degradación del hombre por el hombre. No creo que llegara a poder elaborar a través de la Poesía, menos aún a sublimara; pero si expresar más allá del desgarro "la terribilidad tan atroz de un campo de concentración". Por la Poesía, pudo estar entre nosotros hasta el 70, con su sensibilidad y su dolor tránsfuga a los Poemas. El tiempo que estuvo entre nosotros, para mí lo consiguió la Poesía. 

Ese es mi pensamiento dos caras que se unen pudiendo obtenerse la palabra tipo arcoiris, es decir, en gradiente en función de un contexto. No es lo mismo la palabra muerte al principio de un poema que si la repites al final o aparece tres veces. No es lo mismo. Como parte de lo que dice Clara Janés, pienso que la poesía es también lo que se calla y eso, lo que se dice más lo que se calla es la Verdad; la verdad mía. 
 
Si una persona no sabe descifrar una metáfora no podrá enterarse del significado de un Poema o de una Narración. Tiene que verlo e interiorizarlo al completo y esa es la verdad; mitad hablada mitad silenciada, añadiría y mitad interpretada por quien la narra. Sí, me adhiero también a Paul Ricoeur y recojo esa parte de subjetividad que tenemos que conocer y nos sirve a la vez como empatia, compasión o bondad con el otro: La verdad, siempre es tripartita a la hora de narrar de contar o de hacer Poesía. Un abrazo Maruxa

 

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