viernes, 30 de octubre de 2015

La Capacidad de Perdonar


Me parece tan importante el Perdón como ausencia del Rencor, que permite que no estemos amargados, que amplío un aspecto más en el Blog donde ya comencé a hablar en el primer artículo sobre el Perdón. Éste y el otro salen los dos del Perdón, amplio artículo que no pongo aquí por ser muy amplio, pero siempre de interés por lo que señalo: El no sentir Rencor que enturbia la vida y la de nuestros hijos. Así, y aprovechando que hace pocos días se habló del Perdón en Custodia Compartida y Denuncias Falsas, continúo yo para el Blog y para Custodia Compartida y Denuncias Falsas. Espero que sigamos hablando muy largo y tendido (todo lo que haga falta) porque es el concepto, junto a la realización de Duelo, hay que revisarlos hasta la saciedad; tanto por nuestra salud mental como por la de nuestros hijos… Imprescindibles ambas capacidades para seguir adelante (capacidad de perdonar capacidad de hacer los Duelos. Recoger así, los momentos de felicidad vivenciándola, en la medida de lo posible, pero ni un poquitín menos.  Previamente tenemos que tener la Capacidad de Perdonar… ¡Fijaros si no es importante poder perdonar para continuar en el ir hacia delante sin el Rencor…!! 

La capacidad de perdonar[1]: Leonard Horwitz[2], médico, especialista en Salud Pública nos introduce en los dos aspectos del perdón:

 A.-Lo Intrapsíquico: Cómo se vive el resentimiento y por tanto el perdón dentro de uno. 

B.- Lo Evolutivo. Lo reiterativo a lo largo de la vida de la incidencia del motivo del resentimiento. Quien haya pasado momentos de heridas, daños u ofensas sin haber podido disolverse quedándose adentro, la defensa ante lo que hay dentro, pone en marcha más patología sobre el rencor. 

C.-Todo profesional clínico lo dice, yo lo corroboro, así pues; el perdón genuino conlleva un trabajo intrapsíquico importante que precisa de un profesional en materia de Inconsciente para lograr:

 1.- La elaboración consciente e inconsciente del enfado

2.- La ubicación de la ofensa en el contexto de una visión integrada de la persona del ofensor en su totalidad.

Como el psiquiatra Lillo, pienso que la preocupación por la venganza, ante heridas reales o imaginarias, constituye un importante impedimento para el desarrollo psíquico. Produce una falta generalizada de confianza en los otros y un miedo a abrirse a nuevas experiencias y desafíos, por el temor a la retraumatización[3], como nombra Horwitz. 

El no perdón, al igual que el duelo patológico (con el que se relaciona estrechamente) inhibe la libertad para usar la propia creatividad y para obtener placer de la conducta libre y espontánea.  Esto es lo que agrava la incapacidad de perdonar. 

El perdón auténtico debe conllevar  

1.-La aceptación de la profundidad de los propios sentimientos, proporcional a la medida de la ofensa, pero no proporcional a la de la reparación.

2.-Media siempre en el duelo, el no ser perfectos y nunca tienen la misma proporción. Desde ahí es más difícil el perdonarse que el perdonar.

El  perdón:

1.- Desde Hanna Ardent y Paul Ricoerur podemos pensar en la extensión del perdón. Ambos nos dicen que no es perdonar el hecho en si sino a la persona. Ésta, la persona, es más que los hechos realizados.

2.- Perdonar no es volver a tener el mismo vínculo sino aceptar lo sucedido desde La Comprensión.

3.- Quiero traer a colación lo dicho por el psiquiatra Lillo algo fundamentalmente real, “para perdonar se necesita salud y sin salud mental es más complicado perdonar.”

Sabemos sobre el perdón, que:

·                     No requiere que la otra persona ofrezca una disculpa

·                     No significa que la persona agraviada retome una relación, aunque ya no haya resentimiento.

·                     Perdonar no es olvidar; aun cuando se haya aceptado la ofensa. Pueden decidir mantener la distancia con los ofensores o tener probabilidades de continuar.

·                     Dice Gartner (1991), que perdonar consiste en desarrollar una visión más realista e integrada del otro viéndole en su totalidad. Esto es fundamental.

·                     Perdonar es abandonar la rumiación obsesiva en torno a la conducta perjudicial en el ofendido

·                     Abandonar el deseo de cierta forma de retribución de que le devuelva algo propio

Me gustaría explicar lo que sucede con el perdón de forma cotidiana: Al desaparecer las fantasías de venganza y retaliación (que se vuelva contra uno la agresión, ser castigado por su deseo de venganza) o la esperanza de una disculpa, comienzan a desvanecerse en la conciencia el resentimiento como resultado de la elaboración interna de la ofensa (pensar, hablar y pasar a otro pensamiento que se denomina elaborar). La herida o el trauma pueden dejar de ser el tema central en los pensamientos de la persona, aunque no se hayan olvidado. La persona que perdona llega a ubicar lo sucedido dentro del contexto, de la relación total del que ofendió y se desintoxica así la herida, daño o agravio.

Con este proceso creo que queda claro que perdonar es:

A) Una capacidad de la persona. La capacidad más importante es 1.- conseguir no echar balones fuera dejando el pensamiento dividido en dos (en clínica se llama escisión) y 2.-logra Integrar los distintos aspectos de la persona en el otro y en sí mismo.

A)- Capacidades del Yo: 1.-Ver la realidad. 2.-Controlar los Impulsos (rabia Ira). 3.-Tolerancia a la ansiedad (formas para sostener nuestra propia ansiedad)

C) Capacidades relacionales: en el mundo interno están según tuvimos las primeras relaciones objetales (de la infancia). Perdonar desde el mundo interno mantienen las siguientes capacidades: 1.- Reparar. 2.- Preocuparse por alguien. 3.- Capacidad de estar solo (no es igual a soledad) 4.- Capacidad de hacer el Duelo

La capacidad para comprender cómo las motivaciones y las necesidades influyen en la conducta y permitir al individuo predecir las reacciones emocionales de los otros. Contribuye a la capacidad para perdonar. (se denomina Mentalización.)

Los factores evolutivos tempranos son el lugar donde arraiga y crece la capacidad o la incapacidad para perdonar (las primeras experiencias). Estructuras evolutivas primarias que modulan la capacidad del individuo para perdonar. Posteriormente pueden entrar en juego otras motivaciones, dinámicas y defensas y contribuir a la dificultad para abandonar el enfado y el deseo de venganza. Estos factores defensivos secundarios se presentarán de forma reactivas al no existir la suficiente elaboración.

·         Miedo a que se repitan daños.

·         La hostilidad continuada implica no abandonar una relación importante, pero ambivalente. Esto es la frecuencia de la dificultad para hacer el duelo (Gabbard, 2000).

·         Un Superyo severo por conciencia severa, puede dar lugar a la represión (ocultación en Incosciente sin saberlo él/ella) de la hostilidad por las consecuencias negativas.

La expectativa de perfección en uno mismo (que produce incapacidad para perdonarse) puede dar intolerancia a cualquier conducta propia Desidealizar esos ideales de perfección en uno y en los demás; es fundamento para que no se transformen en exigencia y severidad.

Impotencia abrumadora. una posición de enojo hacia un individuo que nos ha tratado mal, puede, en la fantasía, obtener un sentimiento de poder para reemplazar el sentimiento de impotencia creado por el daño narcisista (que aún no hay relaciones auténticas).


Capacidad para el duelo: llorar una pérdida psicológica, un daño narcisista, físico o psíquico. El proceso normal de duelo es la liberación gradual del vínculo de amor con la persona mediante recuerdos dolorosos y recurrentes de experiencias concretas que crearon ese vínculo. Estos lazos nunca se deshacen del todo, sino que finalmente se establece la realidad de tener que abandonar una relación valiosa pero pode mantener el recuerdo sobre ella. Cuando la hostilidad hacia la persona es suficientemente intensa, el proceso normal de duelo se interrumpe, y pueden dominar otros mecanismos:

El duelo y el perdón parecen trabajar mano a mano Se refuerzan mutuamente. Una incapacidad para perdonar mantiene vivo el enojo, La incapacidad para perdonar evita que la persona llegue a aceptar la pérdida de una relación valiosa.

A través del pensamiento ayudábamos al paciente para lograr que evolucione en su pensamiento y pueda verlo de otra forma. Me recuerda a P. Ricoeur y la narrativa. El perdón precisa de una nueva narrativa a través de la reflexión. La metamorfosis se logra en nueva narrativa unida a otras narrativas de ciertas personas sobre nosotros mismos que nos den el compendio de mi yo mismo, ahora tras la modificación.

La reflexión es lo primordial para Ricoeur. Considero como muchos profesionales, que el conseguir la dadivosidad virtuosa de otorgar el perdón tiene la necesidad de hacer un trabajo laborioso con un profesional clínico.

Querría introducir dos aspectos que me parecen importantes, sin duda son dos capacidades:

1.-La capacidad de “Transformar el dolor en amor.” Del que en mi blog hice presencia y explicación de cómo se produce

2.-La capacidad de “Sentir Gratitud.” Superar el sentimiento de carencia y sentir que en lo que le otorgan existe la atención, el aprecio, el reconocimiento

Finalizaría diciendo que cualquiera de las formas inhumanas con la que el ser humano es tratado, aún así, el resentimiento y rencor es imperioso que se disuelva en el amor de las victimas para que no destruya (como a Samsa, personaje de Kafka)[4]. Lo considero imperioso (disolver el  rencor) para salvar, por ser lo más, lo único que tenemos al amparo del amor, lo más grande que posemos los seres humanos: ¡La Vida!!

Yo no rechazo la religión aunque soy agnóstica. Busquemos muchos modos para lograr perdonar y cada uno elija el modo mejor para su Yo Mismo. En lo que estamos todos de acuerdo, es en el riesgo de destrucción propia si no llegamos al Perdón. Por eso, reincido en lo que dijo Freud antes de indicar cómo lo veo yo, teniendo como eje principal lo dicho por Freud y ante la realidad actual además de las Pérdidas, las Separaciones y las Indefensiones: dijo Freud “Pero al final uno tiene que empezar a amar para no caer enfermo”.

Según Hannah Arendt, hay actos que no podemos perdonar. Las acciones que trascienden el ámbito de los asuntos humanos y las potencialidades del poder humano que intentan destruirlos (cf., Arendt, 1958: 241). Potencialidades como; la espontaneidad, la posibilidad de iniciar algo nuevo e imprevisible, la capacidad de hablar y actuar junto a otros, la pluralidad; elementos constitutivos de la existencia humana. No podemos perdonar aquellos actos que pretenden destruir las condiciones fundamentales de nuestra existencia. Podemos comprender lo imperdonable y, así, desbrozar el terreno para actuar de nuevo. La comprensión es, la actividad sin fin que nos permite adaptarnos a la realidad, reconciliarnos con un mundo en el que nacimos como extranjeros y en el que seguimos siendo extranjeros, dadas nuestras irreducibles diferencias (cf., Arendt, 1994: 308). Comprender no significa perdonar lo acontecido sino aceptar su impacto y su incidencia en el mundo común. “Eventualmente aceptar lo irrevocable y reconciliarse con lo que existe inevitablemente” (Arendt, 1994: 321s). Comprender es la capacidad para iluminar un acontecimiento en su particularidad, sin reducirlo a conceptos generales o a esquemas conocidos; además, implica el esfuerzo incesante por encontrar sentido en un mundo atravesado por la imprevisibilidad y la irreversibilidad de la acción. Al comprender, de cierta forma, podemos comenzar de nuevo, liberarnos de la cadena de reacciones que nos atan a un evento, ejercer nuestra espontaneidad. La comprensión puede ser considerada como “la otra cara de la acción” (cf., Arendt, 1994: 321s).

·                     “El perdón es la llave a la acción y libertad.” Es el lema principal de Hannah Arendt.

Hannah Arendt: fue una filósofa política alemana y posteriormente estadounidense, de origen judío, y una de las más influyentes del siglo XX.

Mi artículo sobre el Perdón que amplia la forma de conseguir y dar el perdón, podéis lograrlo en Custodia Compartida y Denuncias Falsas y si no fuera posible porque no pertenecierais a la asociación, poneros en contacto conmigo y os lo mando. Mejor aún, lo voy a compartir desde CC y DF a mi Face y así está directamente en mi FACE y como se puede entrar directamente en mi FACE desde el Blog, ya tenéis el camino abierto quien lo quiera. No lo he puesto en mi blog porque tiene unas 50 páginas y es demasiado amplio, no obstante sí, procuré que fuera lo más claro posible y lo más extensivo en la explicación. Ciertamente: tanto el Perdón como La Elaboración de los Duelos son los dos ejes fundamentales para el sostenimiento del ser humano en autenticidad y Salud Mental y por tanto lo que más importa para nosotros mismos y para consecuentemente la Educación de nuestros Hijos.

El hombre, genéricamente hablando, tiene dos pilares por donde pasamos todos inevitablemente: por las Pérdidas y por la Indefensión, desde ésta última se llega con facilidad a la ofensa o al daño y nos encontramos con la tesitura de perdonar por nosotros mismos para que no se nos engarce la vida en la amargura, pero para ello hay que tener capacidad y para la capacidad hay que acudir a un profesional propio del aparato psíquico y el Inconsciente, igual que si tuviéramos roto el menisco y tuviéramos que ir al traumatólogo. Cada uno en su materia nos ayudarán a poder seguir caminando en la vida...sin patología física o mental...

Un saludo a todos, Maruxa 




[1]HORWITZ, Leonar. La capacidad de perdonar: perspectivas intrapsíquicas y evolutivas. Revista de Psicoanálisis. Agosto 2006. Nº 23.
[2]HORWWITZ, LEONARD.  The capacity to forgive: Intraspychic and developmental perspectives" fue publicado originariamente en Journal of the American Psychoanalytic Association, vol. 53, No. 2, p. 485-511., 2005. Copyright 2005, American Psychoanalytic Association. Traducción: Marta González Baz
[3] Una recaída en un estado de trauma, se activa por alguna situación posterior.
[4] Es posible que leyendo a Samsa, a todos se nos haya ocurrido pensar en la soledad, el aislamiento, el maltrato, el Estrés Postraumático (Kafka estuvo enfermo y tras ello escribió la Metarmorfosis). Quizá no se haya comparado el gran y pequeño libro con el rencor y resentimiento de un hombre muerto por la tiranía y destrucción de una guerra y por ende el rencor que la impotencia conlleva. Todo a mí me hace retomar “La Metamorfosis” y asegurar que tras tanta podredumbre y consustancialmente tantos sentimientos hostiles y venganza ante el opresor y los asesinos de genocidio, percepción de uno mismo que va aniquilando a quien sobrevivió y llegó a morir después como Samsa. Yo no he podido menos de compararlo por primera vez a la consecuencia del rencor y el resentimiento que mata por dentro logrando sus objetivos (Kafka era judio) de los que llevaron a cabo los genocidios. Si no sé como se arregla tanto rencor si sé que lo único que tenemos propio, es la vida y por ella, para no perderla, tenemos que resolver el sentimiento del rencor no tanto por pertenecer al Narcisismo las heridas, como porque estamos defendiendo nuestra propia vida del aislamiento interno, para no acabar como Samsa. 

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