viernes, 13 de noviembre de 2015

EL CUENTO DE: Psicosis Quirofareña

Dedicado a CUSTODIA COMPARTIDA Y DENUNCAIAS FALSAS

Me parece muy importante el que os envíe Psicosis Quirofareña. Un cuento mío de cómo he llegado a Custodia Compartida y Denuncias Falsas. Todo es motivo de... que la Indefensión me produce un “¡Adelante, no te rindas Maruxa!!”, todo es motivo para que nadie se rinda ante lo que es suyo, lo que tiene derecho, lo que está dentro de la Ley (y si no ir a cambiarla) mas... Sin la Violencia con la que fuimos tratados. Por eso pongo este cuento donde con claridad meridiana si no fuera de la forma que digo, yo no hubiera podido estar aquí... ni ser doctora en psicología clínica, ni intentaría ser filosofa para unirlo a una actitud vital de tal manera que pueda servir de base para continuar con la clínica y poder seguir ayudando a CUSTODIA COMPARTIDA y denuncias falsas influenciada por los Filósofos Clásicos y menos Clásicos, como Kant o M. Ponty; fundamentales en la vida para mi opinión dentro de la Salud Mental que nos hablan. Uno, desde la PAZ PERPETUA (Kant) donde en todo Derecho Internacional se estudia al mismo por el deseo y trabajo sobre la Paz Perpetua y el otro (Ponty) desde la Fenomenología donde nos enseña que en el cambio importante (como vivenciar algo traumático)  tenemos que llegar como en un miembro fantasma a vivenciar el mismo sentir ante de y después de... Que seamos los mismos, por eso digo que si sabemos leer en el estudio del Miembro fantasma, es como algo traumático que nos permita seguir adelante siendo los mismos injertado el trauma, vivenciado, asimilado, superado… ¿Qué es un Estrés Postraumático sino la vivenciación de nuevo de un trauma donde el dolor se reavive en una escena que no existe ya? ¿Hay diferencia entre esto y un miembro Fantasma? No, ninguna, desde mi experiencia de EPT una vez. Duele el pasado y el pasado no existe hoy, existió. Todo lo que es necesario en el trabajo cotidiano de Custodia Compartida:

  1. sin autoengañarse,           Lo mismo
  2. sin Rendirse,                           que para
  3. sin Violencia                           el día 22
Por eso digo que pongo el cuento que es lo traumático sin violencia, sin lamerme las heridas pero sin decir que me arreglé el coco yo solita sin necesidad de nadie. Después del cuento me arreglé, lo que me mal arreglaron (que también sirve), mucho tiempo. Claro que lo necesité porque nadie, salvo Freud se hizo autoanálisis él sólo y, nadie somos Freud. Y como yo no lo soy, he trabajado mucho para ser profesional y para mí, poder superar antiguos traumas infantiles. El trauma siempre hay que trabajarlo para LLEVAR NOSOTROS AL TRAUMA Y NO EL TRAUMA A NOSOTROS. Pensad que sino fuera por algo así no mostraría el dolor, el mío para con los demás aunque seáis vosotros, a no ser, ¡Cómo es!!, que un ejemplo vale más que mil palabras y mi experiencia sirva de Denominador Común para otros... Gracias y un abrazo a todos, Maruxa

HISTORÍA DE UNA PSICOSIS QUIROFAREÑA

Éste, como todos los cuentos, comienza con: “Hace muchos, muchos años”. No obstante, a diferencia de todos los cuentos. Éste, lejos de tener un comienzo agradable, en el que los personajes van apareciendo y la curiosidad del lector va haciendo indagaciones sobre los mismos personajes. Lejos de ello, aunque comienza hace mucho tiempo, no aparece un personaje que produzca curiosidad, sino, inquietud, desasosiego, casi podíamos decir terror y pánico.

¿Un cuento de terror? No, tampoco tiene la dinámica del terror. Atractivo en sí mismo, aunque sus efectos sí son de terror y de... ¿Lo puedo decir? ¿No se van a asustar los lectores? Un cuento de terror y de... muerte, de muerte sin que existan asesinos, de muerte sin que exista la maldad, de muerte sin que exista otra cosa que el cuidado, otra cosa que la atención, otra cosa que el deseo de ayuda.

¿Paradójico? Quizás, esa podría ser la palabra exacta, paradójico, sólo que el personaje del cuento no sabe el significado de paradójico, no sabe el significado de cuidar, no sabe el significado de peligro, no sabe el significado de muerte.

Antes de empezar, yo les preguntaría ¿Cómo vive alguien lo paradójico si no sabe su significado? ¿Cómo vive alguien la muerte sino sabe su significado?

Alguien me dijo una vez, que no entendía cómo a los 11 años comprendía a Unamuno y yo pensé que sería muy inteligente. Ahora me pregunto si además de eso no sería porque la palabra muerte, aún no entendiéndola, queda inscrita en el alma y ya de por vida conoces su significado.

 Pero, ¿y qué pasa con lo paradójico? Recordemos que su significado lleva en sí una contradicción elevada al máximo ¿Cómo se inscribe en el alma la paradoja?, lo siento, no tengo la respuesta ni como hipótesis, como antes hice con Unamuno. Parece, por tanto que ella misma, la muerte, si no se conoce su significado, llevaría implícita: muerte-no muerte. Obviamente, nos estamos adentrando en el mundo de la confusión.

No voy a esperar que ustedes especulen sobre el contenido del cuento, no. Este cuento no me parece que deba llevar asociado la curiosidad propia de todos los cuentos, este cuento creo que debe partir de la más absoluta realidad, ya que hablamos de paradojas, confusión y muerte; debemos ser cuidadosos para que no despierte curiosidad morbosa que haga eco en nosotros mismos, como cualquier cuento que no sea de terror.

El personaje del cuento es una niña de 6 meses, en quien la vida puso todo su color, sabor y luz. Una noche se enteraron que no se movía y rápidamente se llamó al médico. Éste, inteligente y conocedor de lo que podía pasarla les dijo: Sin moverla, voy ya, pero aíslenla, porque creo que es Poliomielitis, es muy contagiosa y a sus hermanos podría contagiar.

Dicen los médicos que pasó su cuarentena aislada, en casa de su abuela junto a su madre. Pero, tan avanzada estaba la enfermedad, que durante un tiempo dudaron si saldría viva de la misma. Salió, sí, salió, y ahora yo me vuelvo a preguntar ¿que sucede dentro de una niña de 6 meses que pasa por una posible muerte, aún saliendo de ella?

¡Ah!, se me olvidaba un detalle, pero profundo. Junto a ella dormía un chiquillo de su misma edad a quien antes que a nuestra protagonista, le dio la Poliomielitis. Fue a verle un médico, pero éste no les dijo que era contagiosísimo. Por tanto, durante 15 días consecutivos estuvieron ambos niños juntos en la misma habitación ¿seguimos preguntándonos? No, creo que no hace falta, hay un refrán que dice: Cae por su propio peso ¿no? No obstante por respeto a ustedes y para no dejar ninguna duda, dado que hemos dicho al principio que vamos a explicitar la realidad, sin dejar volar nuestra imaginación, como en otros cuentos.

Es un recurso del autor, a diferencia de los otros, quiero seguir estando en la más absoluta realidad... ¿Qué hubiera sucedido a nuestra protagonista de no haber estado esos 15 días en contacto directo con un niño con una enfermedad contagiosísima? Nunca lo podremos saber con exactitud. Lo que sí podemos saber todos los aquí presentes, es que 15 días expuesta a semejante atrocidad, genera un  daño seguro.  

Sólo nos resta decir con toda honestidad, que el médico que trató al primer niño, además de ser un incompetente e irresponsable en su profesión, según nuestra ética deontológica, tendría que haber abandonado el trato directo con pacientes puesto que generó un daño... mayor o menor, no podemos conocer el quantum, pero es lógico suponer que esos 15 días fueron fatales para la chiquilla indefensa.

También podemos inferir que su irresponsabilidad -aunque fuera no intencional-, su negligencia profesional (mala praxis), se corresponde con una Figura del Derecho Penal: el dolo (daño), sancionado por dicho Derecho en virtud de existir una Responsabilidad Jurídica por el daño causado a un paciente, en virtud de la mala praxis.

Igualmente, nuestro juramento Hipocrático, habiéndolo olvidado con su irresponsabilidad, debería el Colegio de Médicos quitarle el título, añadiendo desde lo Penal, el ser castigado proporcionalmente al dolo o daño causado. Y, repito las mismas palabras; todos los aquí presentes sabemos, que 15 días en contacto con una enfermedad contagiosísima genera daño seguro.

Así mismo, partiendo de nuestro Juramento Hipocrático, violado por ese médico debido a su irresponsabilidad, debería haber sido motivo más que suficiente como para que el Colegio de Médicos le quitara su título. No olvidemos, debería habérsele añadido, desde la figura penal de la mala praxis, el juicio legal correspondiente con la pertinente sanción proporcional al dolo o daño irreversible causado... claro que nada, absolutamente nada sea proporcional a semejante daño.

Y, repitiendo una vez más lo dicho, todos sabemos que 15 días de contacto con una enfermedad altísimamente contagiosa, genera daño seguro, con lo que no existe excusa posible, sino sólo irresponsabilidad, negligencia y mala praxis.

Llegando aquí, casi creo que deberíamos cambiar el personaje del cuento, yo lo trasladaría a quien en verdad fue protagonista del mismo. ¿Quién? Evidente, sin ninguna ironía hago la pregunta: La dama del Alba. Sí señores, la dama del Alba que junto a nuestra chiquilla, recorrió su lento caminar por la vida y su pararse constante en las cuevas de la muerte. Supongo que a los 6 meses, ese es el nombre que les va a los quirófanos, lugar para curar y que a esa edad, sin significados se convierten en cuevas de la muerte.

Sí, definitivamente prefiero que la protagonista sea la dama del alba, porque es ella la que decidirá si va o si viene. Seguro que en esto me equivoco, dado que la chiquilla, por ella misma salió de su abrazo final y certero. Si a los 6 meses se llega a huir de su abrazo, supongo, que no es con su permiso sino con la fortaleza de la chiquilla. Pero no obstante y aún no queriéndolo, ella es la protagonista, la dama del Alba.

A su lado pasó 3 años de... compañía suplente, no podía despistarse si no quería que se la llevaran, y esta vez para siempre. Tras los primeros tres años apareció la esperanza de manos de un médico, quien la dijo que quizás podría andar, lo cual no sólo se dudaba, sino que hasta hubo un médico de prestigio que dijo que él no podía perder su tiempo ni los padres de la chiquilla tenían dinero suficiente. Que las posibilidades eran mínimas, que ya era bastante con pertenecer al mundo de los vivos. Quien apostó por ella, como al albur de la vida, planteó que el camino sería largo y arduo, pero siempre posible.

Comenzó, entonces, lo que hemos denominado como título del cuento, muy gráfico y muy real, aunque no estudiado por los seguidores de Freud para saber qué sucede al inconsciente de alguien que tras pasar un peligro real de muerte, comienza su caminar por los quirófanos de Dante en sus infiernos. Sin curiosidad ante el Inconsciente que a Freud lo fascinó. Ahora nos encontramos sin saber qué está ocurriendo en su mente. Sólo un nombre genérico para ella, una poliomielítica, sólo es eso. Una chiquilla de 3 años. No es lo suficiente para que los grandes doctores y psicoanalistas intenten descubrir y desvelar los secretos de la mente humana para poder ayudarla.

¿Qué significará la anestesia? ¿Qué significará el anestesista? ¿Qué significarán los escalpelos? ¿Qué significará que al dormirla la vayan llenando su alma con los nombres de todos los familiares, uno a uno hasta dormir? ¿Tranquilizará o junto a ella se llevará a todos, a los infiernos de Dante? ¿Qué significará la mano o la ausencia de la misma, según la amabilidad fortuita al dormir en anestesia? No te preocupes, que tiro de ti y no dejo que te vayas a los infiernos de Dante o por el contrario; no seas pesada niña que tengo mucho trabajo, cuando terminen, te dará la mano tu padre.

¿Terminen? Palabra temida por todos, supongo que más en una niña de 3 años. ¿Terminar qué? ¿Terminar con quién? Todo son interrogantes sin salida. Ustedes y yo, sabemos lo que significan interrogantes, pero... ¿Y ella? La palabra interrogante, sabemos que en niños es sí o no, eso no necesitamos preguntárselo a Freud ni a ninguno de sus seguidores. Luego, terminar es terminar, morir, matarla, desaparecer.

Alguien que pasó una situación parecida, me dijo varias cosas que no me parecen terroríficas, al contrario, casi lógicas diría yo: tu alma es negra, pero eso es mejor que estar muerta. Sí, la culpa es un alivio a la muerte.

No soy psicoanalista, pero parece que se ve muy claro, si de objeto de estudio se tratara. La identificación con la dama del alba de forma masiva y yo añadiría, ¡Por favor!, no es una identificación psicótica. Ya bastante que, como el título del cuento, sea cierto que en los quirófanos y cuidando al enfermo, podríamos perfectamente denominar a estos, provocadores de psicosis quirofareña. No añadamos más leña al fuego desde nuestra ignorancia. Dejemos a la dama del alba en su quehacer cotidiano.

Me hace pensar en lo que me dijo esa persona, cuando al salir del primer quirofareño mundo y encontrarse a su madre manchada de sangre, porque el dolor de ver a su hija entrando en tal lugar, la hizo tener un derrame del alma transformado en un aborto. La culpa es un alivio a la muerte, recordé.

Así, con su incipiente psicosis quirofareña, su culpa preferible a la muerte y su casi morir, siguió yendo de vez en vez a los Infiernos de Dante, todo por su amor a la vida y por su deseo de caminar, de eso no hay duda, lo diga Freud o no lo diga. Uno, dos, tres, cuatro, cinco... ¿Cuántas? 13 entradas a los Infiernos tiene en su haber... Pero... ¡Anduvo…! Igual que resucitó... sin ser religiosa, ya que ella se considera Agnóstica-Mística.

De entre ellas, una... se despertó en medio del Infierno, en medio de la psicosis quirofareña… Socorro!!!, gritaba desde su silencio..! Socorro, estoy despierta y… os oigo, oigo el serrar de la pierna… Socorro... auxiliadme!

De repente, oyó a su Médico del Alma, querido y adorado por ella, quien la ponía de ejemplo como un milagro científico. Sin poder andar, anda. Le oyó decir, dirigiéndose al anestesista: “Bajo mi responsabilidad”, pues ya tenía demasiada anestesia, “ponla más, esta niña está despierta”. Díos, fue quien habló al anestesista, para la niña. Tras esta entrada, durante un año fue feliz, la niña ya de 19 años, porque todos los días tenía compañía y a la mañana se leía todos los libros que cayeran en sus manos: un libro por la mañana y compañía por la tarde. Ella decía: ¿Se puede pedir más?

Sólo un síntoma, miedo en la noche a dormir. Por lo demás como todos. No, como todos no. Ella era alegre, jovial, comprensiva, inteligente, capaz, y un largo etc...

Pero cometió el mayor de los errores. Por ser Psicóloga y por respeto a sus futuros pacientes se tumbó en un diván. Los Infiernos de Dante fueron poco, en comparación a esto. Comenzó un peregrinar de interpretaciones: La muerte no fue respetada ni luchada desde su favor. La Culpa identificativa, fue denominada: envidia, odio, rencor, agresión latente. Su risa, sonrisa y carcajada obtuvo un título; psicosis maniaco-depresiva. Obviamente, la risa se la fue. Y, ya atrás quedaron los momentos entre infierno e infierno, de felicidad por vivir. Si trabajaba mucho, siendo ella muy trabajadora; era la aparición de la psicosis. Si reía; lo mismo. Si escribía un Poema; dramatización de su personalidad. Si decía; “me estoy muriendo”, ante la supuesta elaboración de la angustia de muerte, corregía la de detrás del diván, “se dice, me estoy sintiendo morir”.

¿Qué más? ¿Qué más? ¡Ah sí!, casi lo olvidaba: Proyección Masiva con la interpretación de la propia envidia de la que se sentaba detrás del diván. Ante la duda de la paciente sobre su propia inteligencia, la de detrás del diván la señalaba: “¿Inteligente tú?”, “¡sí, claro, has hecho algunos cursillitos!”. De entre los de su profesión, la paciente era admirada por su Curriculum Vitae, grande y denso...

 Año tras año... Así hasta 10, Cosificada, Agredida, Ultrajada, Vilipendiada, Abandonada, sin respeto alguno, por lo tanto; Violada y Violentada, Negada a través de su frase que lo pone de manifiesto. Yo siempre te he tratado como si no tuvieras polio.

Se me olvidaba casi lo principal, que no era la negación de su paciente, ¡la culpa!, en todas sus variantes miles. Sigo hablando en alto ¿No se llama a este proceso Depresión Iatrogénica?, digo. Ya he comentado hace un rato que no soy Psicoanalista de la Internacional ni Psiquiatra.

Nuestra protagonista, aunque era psicóloga clínica, por aquel entonces no sabía qué era el EPT…

Y sigo preguntando al viento, ¿es posible que la frialdad omnipotente parta de un saber empírico aprendido en libros, de la mano de gente que vivió y vive aislada en una nube de soberbia pedante, que no se toma el trabajo de bajar a tierra y "vivenciar" algo de lo que una criatura sufre?

Como todo lo que hago en la vida. No es mi intención censurar. Cada uno hace según sus propias capacidades y vuelvo a mi tema favorito en los cuentos: ¡La Curiosidad! Eso es lo que aquí busco entre ustedes, la curiosidad. El deseo de saber qué ocurre en la mente de una persona, que tras la lucha contra la muerte, identificándose con ella, por y para sobrevivir, se identifica con la culpa. ¿Cómo queda inscrita en su Inconsciente, cómo queda inscrita la Culpa por la identificación masiva al entrar en un quirófano, dónde es el lugar idóneo para tener una psicosis quirofareña o más aún, un autismo?, y… Hasta desde el silencio gritaba nuestro pequeño y gran personaje.

¿Cómo se puede ayudar investigando con tantos críos como ella, en la actualidad? ¿Por qué el Psicoanálisis se ha desentendido de todo lo que tiene que ver con el cuerpo enfermo y su inscripción en el Inconsciente, develándolo y descubriéndolo en nuestro hacer por la profesión?

Quizás ustedes me respondieran, que ya la escuela Lacaniana se preocupó de ello. Pero no, todos sabemos que lo que hicieron fue, a través del cuerpo no enfermo, seguir una evolución del acontecer psíquico. Aunque sí..., podría ser el comienzo de un descubrir posible... De un otro saber...

Tantas y tantas preguntas sin responder. ¿La mirada en un cuerpo dependiente físicamente y por ende…, en Indefensión? ¿El sonido dentro de un quirófano y el Titilar de los escalpelos que, por ese otro alguien sé, que al Cerebro llega con Terror? ¿Las manos de los profesionales que cuidan el cuerpo y con ello, lo sanan o lo prostituyen, igual que en un prostíbulo aunque sea la cama de un Hospital? ¿Cómo queda todo ello inscrito en el Inconsciente?

¿Cómo ayudar al progreso, adentrándonos en el Saber? Quizás hoy con ustedes, ese sea mi propósito, motivar a su inconsciente y quizás mañana alguien venga aumentando lo dicho por mí, e incluso rebatiéndolo. Sea todo, pero vayamos hacia adelante, en nuestro caminar por el mundo elegido por nosotros mismos. El mundo de La Salud.

Yo terminaría diciendo, casi pidiendo, que todos nos pudiéramos poner, aunados y unidos a luchar contra el único enemigo común que tenemos y desde el mayor de todos los poderes, “El Saber” y así combatir al único enemigo de la Salud: La Dama del Alba... 

Maruxa Oñate Español
                                     Doctora en Psicología Clínica
                                         Nº de Colegiada M-1407




 

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