En
ese comienzo donde las experiencias, el ambiente, las pérdidas, los momentos de indefensión o la indefensión misma, las ayudas o
dificultades se van instalando en formas de vivencias. Dependiendo de si
nuestro vivir comenzara en un mundo religioso o ateo (El religioso tiene el
castigo en el pecado). Si tuviera que formarse en una etapa de guerra o de paz.
Entre doctos conocedores de la cultura o de aquel pueblecito donde los padres y
los hijos pasaron por cuidar la tierra como modo de vivir. Si nacimos como hijo
único o con la suerte (en mí al menos)
de ser pertenecientes a una familia numerosa, donde pese a todo la tarta, a la
hora de repartirse, tocamos a bastante menos que en una familia de pocos
hermanos.
De tan diferentes experiencias y
otras más: salud, enfermedad, capacidades, deseos, querencias, necesidades,
fortalezas y debilidades etc… Partiendo como Merleau Ponty del “ser en el mundo”
y de cómo la mirada hace de ese mundo de
hoy una especie de recuerdo de cómo se
formó (sería una especie de apre`cu –recuerdo pasado- en el pensamiento y por
tanto con aparición de lo mágico) y a partir de su nacimiento se conforma el
Inconsciente con un tipo de pensamiento a cómo nació. El Inconsciente, tan
desconocido para algunos de nosotros, que es sin duda quien nos dirige
inconscientemente en el pensamiento, quien manda en nosotros mismos a través de
nuestra mirada, intenciones, deseos, actitudes.
Si
es “el Pensamiento Mágico” porque así naciera en nosotros y no hubiera evolucionado (sería el de los Reyes Magos o el
de Cura sana patita de rana…).
Quizá si por nosotros mismos es
reconocido; diciéndonos esto lo pienso desde el “pensamiento mágico” y nos
quedáramos tan frescos porque no es real lo que ocurre en tal pensamiento sino que
es eso, “mágico”. Como la película “Agua para chocolate”, dentro del Realismo Mágico de
escritores Iberoamericanos, aunque nuestro barroco también.
El pensamiento mágico que queda
en el Inconsciente puede de alguna manera producir tanto y malo… por ejemplo,
cuando me independicé y vivo en un bajo y por tanto tiene que tener barrotes
todas las ventanas y mi puerta es puerta blindada. Si tenía dificultades en un
momento dado o estrés o un conflicto sin resolver que era muy importante; podía
dicho pensamiento mágico aparecer en mí; bien en un sueño como si estuviera
alguien cercándome o como si pudiera entra alguien en mi casa sin permitírselo
yo. Ese miedo venía del Pensamiento Mágico…
Yo
me pregunto, si tuve la polio a los 6 meses y tuve 13 operaciones hasta
los 18 años; querer no tener el pensamiento mágico en aspectos de movimientos
corporales o cercanos a la enfermedad (si se me rompe el supraespinoso). Pensamientos
tales como inconscientemente lo aprendido de niña “si soy mala díos me castigará”
(soy agnóstica) o ¿Qué haría que tengo polio por castigo divino? Pensamientos
de chiquitina y pensamientos inconscientes que los quise hacer conscientes en
tratamiento.
Si
este pensamiento no hubiera existido en mí, naciendo en el 49 cuando la epidemia
de la polio, yo con 6 meses. Cuando España estaba enarbolada en la religión y,
por tanto mi familia también, incluso más por ser familia de militares;
religión donde se nos hablaba del infierno y del pecado por palabra obra u
omisión. Pensamiento Mágico y el estructurado que es, el Pensamiento Religioso.
Querer
no tener Pensamiento Mágico, siendo éste el contexto histórico ambiental,
sería querer ser extraterrestre y no lo soy.
Esto
me hace pensar en la importancia de, que el Inconsciente se haga Consciente
en un tratamiento. Ahora durmiendo, si oigo un ruido, en un pequeño sobresalto,
me digo; Bah!, será el camión de la basura, me doy media vuelta y sigo
durmiendo, ¿por qué? Porque ya soy consciente de que el pensamiento mágico
existe en mí y no le doy importancia con barrotes la casa y puerta blindada y
yo misma, desde el pensamiento lógico-científico. ¿Es pensamiento mágico? Sí, luego, sigo durmiendo…
En
ese Inconsciente donde se ubica, por las dificultades vividas con un pensamiento
mágico… Si hablo de Freud también puedo
hacerlo desde M. Ponty o desde el que la gran mayoría conoce mejor, Piaget. Si le
leyéramos en la 2ª etapa
preoperacional (2-7 años)
en la que el pensamiento del niño es mágico y egocéntrico, creen que la magia
puede producir acontecimientos y les cuesta salir de este modo de pensar.
Evolucionamos
pero dejando vivencias con distintos pensamientos y el Mágico aparece en
momentos claves. Lo mismo sucede cuando deseamos fumar en quienes hemos dejado
el tabaco cuando tenemos una dificultad fuerte y echamos mano de la voluntad.
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